Poncho y Tatiana

Esta mañana, después de mucho tiempo hablando por el chat de la página de APAMA, tuve la suerte de conocer a una de las personas que nos están haciendo de casa de acogida, Tatiana.

Yo llevo el seguimiento de su acogida, y estoy viviendo día a día una bonita historia de las que contaré a menudo. Simplemente espero expresarlo del mismo modo que se vive.

En una de las últimas reuniones de la directiva, decidimos dividirnos las acogidas y el tiempo en publicar y contestar en la página de la protectora. Yo tuve la suerte de que el 9 de Octubre a las 20h de la tarde estaba al frente de la página.

Tatiana, que ya nos había ayudado en otras ocasiones de mil formas diferentes y se había ofrecido a hacerlo de otras dos mil(espero no quedarme corta), me envía la foto de Poncho y me dice su ubicación. Se veía con un aspecto terrible. Nosotras, como siempre, desbordadas nos ofrecemos a publicar y pagar gastos de la acogida. Tatiana espera que salga algo de urgencia junto al perro, y marcando la diferencia y demostrando su calidad humana, decide llevarlo a casa.

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 Arriba Poncho el primer día de acogida

Poncho tenía un mal pronostico (leishmania, anemia, otitis, gusanera…), pero en muy poco tiempo se le vio muy recuperado, gracias, en la mayor parte, a la calidez de su acogida.

Desde ese momento y hasta hoy, hemos sido testigos de sus movimientos de “colita”, de sus miedos, de su primer paseo, de su postura hecho una bolita… Y todo esto relatado con todo el cariño del mundo.

Nos apoyamos como acogidas, nos contamos las anécdotas y los momentos mas complicados, hablamos de champús, de medicinas, de sus miedos y sobretodo de la difícil labor de ser acogida.

Voy a pedirle perdón a Poncho, hoy he tenido que hablar más de su acogida que de él, pero es que es el único medio que se me ocurría para expresar lo agradecidas que estamos a todas esas personas que nos prestan su tiempo, su casa, sus conocimientos y su apoyo. Sin vosotros no podríamos ayudar en nada, sois el motor de nuestra asociación.

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Arriba, Poncho hoy.

Quiero terminar con una frase, que por diferentes motivos hoy he repetido muchas veces, hoy hemos visto a un montón de gente volcada en un caso que lleva demasiado tiempo en las calles de Almuñécar, y me ha traído a la memoria una cita que cada vez se me hace más cierta. “Las palabras convencen, el ejemplo arrastra”

 

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